lunes, 21 de julio de 2008

Poema

cuando me muera muerto sin medida
muerto de sed y levadura
cuando me muera
digo
junto al mar y a la plazuela
con la nota triste mordiéndome el pecho
rojo de sed y fractura triple
no recojas el libro en que te cuento
ni recorras el mundo sangrando sin reposo
coge el paño que absorve mi sueño
y llévalo al río que escarba mi derrota.

y cuando quiera volver
a donde es mi pueblo
safando el pie de la tumba ausente
tomando el camino que va sin motivo
cabalgando en seguro y potro domado
con la merienda del zapato roto
recuerda que nunca habré llegado
por más que avance en fugitivo
por más que avance en redondo
juntando hierba triste y manzanilla
recuerda que mi sueño es remoto
y son remotos mi afán y mi destino.

Luis Márquez Prado.

sábado, 12 de julio de 2008

Pullo, censo de 1993.

En 1989 el pueblo de Pullo contaba con una poblaciòn aproximada de 650 habitantes (el censo del 70 dio una cifra de 636 Hbtes.), pero la incursiòn del terrorismo en el año 90, y la tragedia subsecuente, provocaron una emigraciòn tremenda, dejando a Pullo con algo màs de 200 habitantes. El censo de 1993 (ya lograda la pacificaciòn) arroja una poblaciòn de 345 habitantes. Aun no contamos con los datos oficiales del ùltimo censo, pero al parecer se estarìa casi duplicando la del 93. A continuaciòn las cifras del censo del 93 en los diferntes pueblos del distrito de Pullo (esperando tener pronto los datos del ùltimo censo):
Pueblo Total Hombres Mujeres
Pullo 345 150 195
Chenquene 64 39 20
Antallani 83 42 41
Sacsara 199 96 103
Tarco 304 123 181
Chusi 132 63 69
Pararani 74 33 41
Chaipi 154 81 73
Malco 71 39 32
Ocosuyo 138 62 76
Huilcallama 276 153 123
Manzanayocc 146 71 75
Carrizales 62 29 32
Oqueta 29 18 11
Yuracc Loma 34 15 19
Suncany 28 10 18
Chacahuille 37 19 18
Relave 582 354 228

viernes, 4 de julio de 2008

Poema: Me dices que ya es tarde...

Me dices que ya es tarde
para recoger los cerezos en flor;
que los ojos canzados
ya reposan sobre la arena,
que los soles de otoño
ya marcaron la línea de dos.

Dices ahora que me marche,
que las tardes se acongojan
cuando las sombras son dos
y que los sueños
necesitan espacio para crecer.

Algùn dìa llegaríamos a ésto.
Lo empecé a saber aquella vez
cuando volvimos de la fuente
y no hicimos más que mirar
aquella lluvia de cristales sin voz.

Sí, fue aquella vez,
cuando la noche se aferró a la luna
y todos nos pusimos a llorar
creyendo que no llegaría el día.

Quizá ya sea tarde ahora...
para volver los sauces a su lugar
y para poner piedrecillas
en los bordes del mar.
Yo ya no logro reconocer ni mis ojos,
y no sé si tus pasos
aun rodean tu voz.