domingo, 25 de mayo de 2008

Poema

Volvamos a la noche que empezamos,
que mañana ya se muestra de día.
Compongamos fuentes y cacerolas
volteando las hojas de la ventana.
La noche se planta en un campo seco
y solloza hasta verse en el espejo.
Enciende fogatas, enciende versos:
los versos la hieren,
el fuego calma sus dolores.
La noche se guarda en cantos secretos.
Son oscuros los versos que repite.
Ahora bien:
Si le dejaras sueños a la noche
por un rincón donde el mundo se evita;
si jugaras volteando la mañana
hasta hacerla oscura como la noche;
si me hallaras cerca del sol, llorando,
buscándome en la nube que te ampara;
si vinieras como viene la noche
con canto tierno y luna prevista,
o vinieras como huyendo del sol
con fuego fugaz y sangre en los ojos;
si vinieras derramando tu canto
con voz quebrada y llanto imaginado;
¿tendría la noche luces y cruces?,
¿derrumbaría auroras distraídas?,
¿sería tan verde como la luna?,
¿se comería trompos y trompetas?
Volvamos a la noche que empezamos,
que mañana ya se muestra de día.

Luis Márquez Prado.

No hay comentarios: